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miércoles, 29 de diciembre de 2010

MARSELLEANDO, de Zulima Martínez.

Bar de aguas estancadas

el tiempo

pellizca tus paredes amarillentas

cansancio reposado

polvo añejo

botellas de marca blanca

gentes sin rostro

voces del silencio

ahogadas,

en el fondo del vaso

barbecho del futuro.



Labios anónimos

apagan el fuego en el vidrio y

en la calle,

los besos se cobran por adelantado

cuando la noche susurra voces de otros tiempos

              otros mundos.



El diablo se ha cobrado la deuda,

mañana no recordaré nada

salvo a una vieja bailando el penúltimo vals.

Me reconozco en su risa aletargada

llanto amargo disuelto en la espesura del sabio licor,

agolpado en la garganta.

Súbitamente enmudezco.



Duro y silencioso trago

de un sábado cualquiera

punzada en el estómago

decrépito ascenso al zenit.

Locura.





Zulima Martínez

Diciembre 2010