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sábado, 26 de enero de 2013

POLVO





quedará fundido en la retina
en el fondo del alma
y se hará lodo el dolor
brillaremos salidos del cuerpo
cuando sólo habrá luz
y seamos de nadie
cuando todo a la vez
sea polvo que alberga universos
y al polvo volvamos
con dios o sin dios
sólo a ser
o no ser
pero sin prisas joder!


griFOLL
26.01.13
casserres poble poema

jueves, 24 de enero de 2013

la canción de Kanterburií






Lobo salido de la cueva
Oh lobo azul de carne sólo y huesos
Vuelve adentro
Oh Kanterburií  Kanterburií
Para morir aquí
Con el secreto de las moscas
Lobo azul de los bosques
Vuelve adentro
Hasta las llagas del fondo
Vuelve adentro y espera
Y espera en kanterburií
Para morir aquí
En el canto que acontece
Y por lo que la tierra
Carne de carne
Reclama
Oh lobo azul empezado
Por el final
Sabe a delirio tu aliento
Y a furia de vientos aullados
Tu hiel
Que es la miel del poema
De la canción azul de Kanterburií
Que cantan los chimpancés
Cuando vuelves adentro a morir
Ya lobo de moscas
Nada de algo
Una vez
En la noche secreta del bosque



griFOLL
24.01.13

miércoles, 16 de enero de 2013

HOY



Hoy seremos capaces
como lo fuimos ayer
cuando tampoco lo éramos.
(…)
Hoy habrá culpables en el juzgado,
pecadores en la iglesia
y locos en el psiquiátrico.
(…)
Hoy nos miraremos a los ojos
cuando nos hablemos y
nos hablaremos sin mentirnos al espejo.
(…)
Hoy seremos bellos como nuestros sueños.
No será un día normal:
los días normales no existen.

griFOLL
16.01.13
Casserres poble poema

martes, 15 de enero de 2013

INSTANTÁNEOS





somos un instante
apenas y lo fuimos
un instante eterno
que deshizo el tiempo y las distancias
y lo seguiremos siendo
pronto habrán pasado diez
veinte años
treinta
todo habrá sido un instante
un suspiro nada nada
lleno de olvidos nada
lleno de recuerdos…
entonces
de repente flotaremos en un mar del trópico
y eso será la muerte


griFOLL
15.01.2013.
Casserres poble poema

domingo, 13 de enero de 2013

NUNU





NUNU


El paso de lava por mi lengua te dio nombre, palabra de fuego danzante, néctar poseso, mezcla de todos los sentimientos hirviendo en la misma cabeza horneada con ajos, batida con crucifijos. Y a hostias hasta romper el cráneo que contiene la materia enemiga. La materia enemiga no tiene colores y es familia de la nuya. Lejana. Por eso la llamé Nunu, que también suena a pastoso, a cosa espantosa, pantanosa, pútrida y lodosa. (Que capacidad de envase tiene el cráneo. Al vacío, digo).
Y durante años, Nuno eso, Nunu lo otro, Nunu manda, Nunu se encarga, ya piensa Nunu, Nunu es perfecta.
Pero la nuya tiende a huir, sobretodo del ser humano, y Nunu hacía lo mismo: avanzar selva adentro, pasando por el inconsciente, yendo más y más allá; hasta el final pretendía ir si los señores de las batas blancas y azules y verdes y rojas no la hubieran despistado con tanta realidad. Eran los cazadores de Nunus.
Los cazadores de Nunus son unos señores que huelen a vinagre y a especias, generalmente desconocidas, no tienen pelo en la cabeza y acostumbran a celebrar la caza de cada presa con vino de setas, una elaboración antigua que se preparan ellos mismos a base de ciertos hongos psicoactivos. Después danzan toda la noche y al día siguiente no le temen a nada. Permanecen en estado de no-miedo durante unas treinta horas.
Pasado el tiempo, eso sí, necesitan otra buena pieza en su cesta para seguir con la fiesta, pues si no hay presa tienen prohibida cualquier celebración. Y todo es una bola de nieve si vuelven los temores. Y a los Nunus se les teme, no es para menos la deuda.
Una vez una infección de virus humanos les quemó el planeta con bombas atómicas y dinero menstrual.

Josep griFOLL
13.01.13.
casserrespoblepoema

sábado, 12 de enero de 2013

EL ABSURDITISMO



EL ABSURDITISMO
(¿)nuevacorrienteestética(?)


Esas nubes que hormiguean tras de mí en la noche como extravagantes rocas del revés, ¿a qué vienen?, le preguntaba inquieto el viejo al esqueleto que hacía más de cien años que andaba sin lengua ni la parte de la mandíbula inferior por el limbo haciendo clac clac con cuatro costillas que le colgaban del cuerpo y poco más.
Esas nubes no vienen, se van, dijo el esqueleto moviendo los omoplatos hasta el occipital. No tengo ojos, pero hace más de quinientos años que estoy aquí. Conozco el clima, añadió.
Durante siete días y siete noches anduvieron juntos, sin rumbo pero nada lentos. En silencio. Y en el primero, el viejo conoció el Mar, y en el segundo, al Diablo. Al tercer día, conoció a Dios, y en el cuarto, la Enfermedad. Los días siguientes, y en este orden, conoció el Amor, el Vicio y la Intuición.
El esqueleto le contó al viejo que ahora, lo habitual era que saliese alguien a preguntarle si ya estaba dispuesto.
-¿ Dispuesto a qué? ¿ Quién…De dónde saldrá?
-Saldrá de la voz, de la voz de tu boca, de la boca que aún conservas. Y entonces, como siempre, tendrás que elegir. La diferencia radica en que ésta vez lo harás consciente. Este es el concepto de la correbilidad, si me permites, amigo mío.
- No lo entiendo. ¿Dónde estoy?, quiero saberlo. ¿Qué me ocurre?, ¿sueño?, ¿muero?, ¿nazco?
-Escucha, no te escuchas. Hablas, hablas, hablas. Preguntas y ni esperas si hay respuesta. Te vas a fundir. No serías ni el primero ni el último. Esa es vuestra cruz, el bla, bla, bla…
¿El bla, bla, bla...?, ¿la literatura? , ¿te refieres a los libros y todo eso? Casi. Cuando se convierte en arte, ¿tú qué opinas?( ¿ Puedes ver éste trozo de espejo caído en medio del cuento? Aquí sonríes).


“Por eso considero
que es a mí, enfermo perenne,
a quien corresponde curar a todos los médicos,
-que han nacido médicos por insuficiencia de enfermedad-
y no a médicos ignorantes de mis estados espantosos de enfermo,
imponerme su insulinoterapia,
salvación de un mundo postrado”.
Antonin Artaud.

Esas nubes que hormiguean tras de mí, ¿ son cuervos?, ¿ existe esta realidad en alguna otra parte fuera de mi?, ¿existo yo? Nunca fuiste leído, mi Johannes de Silentio. Tu, tal vez, Guy, sufrido por lucidez desbordante que desprendes a finísimos bocados limpios como bisturíes una noche de locura secreta en el pueblo secreto de los locos. Allí en el bosque.
Pequeño reverendo negro, hábil vendedor de hierbabuena y tu, después ya pasarán los invitados. (¿Es mi funeral? No lo sé, no he mirado la caja, ¿voy? Ve. Pues sí, lo es. ¿Ves?). Siguen por orden los recuerdos infantiles, la primera salamandra, la segunda calada. Yo no sabía que la segunda calada era eso. Yo no sabía que las segundas veces ya nunca pueden volver a ser las primeras.
Dormir en el sofá con una libreta al lado, pero dormir sin dormir, como ahora, delirar, ensoñarse. Y de golpe la cabeza dentro de un cubo de metal de agua con hielo en la nieve. Eso. Eso es lo que un día sucede. Simple como una aspirina. Romántico como una sipia y capaz de ahogarse en el primer vaso de agua por vacío y seco que parezca. Se ahoga que desaparece por completo. Más que Pulgarcito. Y ahora necesita un trozo de carne, la que sea, para poder seguir escribiendo como un buitre, escribiendo el mismo mensaje en los cielos, los buitres, ¿los conoces? ¿Tocan blues? Esos pájaros que hormiguean…
¿Qué hormiguean esas nubes tras de mí, tras de ti? No preguntes, Gato que pasabas, pasa por aquí, no nos traigas al miedo, lo conocemos y gracias. Aquí se oyó una oscura luz. Grave. Durante días seguimos con toda nuestra colección de estómagos, partidos. Por eso dolían las piedras, los pies llenos de letras.
Esas nubes y el miedo y el viejo y el esqueleto y los juegos de palabras para descubrirse, para ir quitándose las capas sobreras y rascarse las malas, por querer ser mejor persona, persona abstracta claro, persona.
Confundirás deseo con amor, gesto con palabra, silencio con densidad, diagnostico con verdad. Mientras, crearemos el “absurditismo”. Usaremos telas de colores del garaje de Cueva y traerán imposibles las Migrañas en desuso que hemos invitado a tu funeral festivo, como lo querías. Y así, absurdo, sin sentido, como la muerte.
A ver quién te pilla, cabrón.

“todos los ruidos están aprisionados en el hielo”
Antonin Artaud.


Entre líneas, dice como dejando entrar así al frío, a su frío también, de poeta melenudo con cabeza grande hasta el final del universo. Y cruza sin red. Y así se la juega. Y no existen vencedores ni perdedores, sinó visiones, sólo visiones y estómagos rotos y espaldas que aguantan esqueletos como milagros que aún andan por los lugares, éstos, tan comunes y desconocidos a la vez, tan cotidianos y olvidadizos y tan llenos de recuerdos futuros.
Esas nubes, de sus formas, de sus gestos, de sus secretos, de su conexión eléctrica de rayos con el átomo del absurdo, el más absurdo que pueda ser tocado. Y, esta vez, Antonin lo sabe, no hablo del monstruo del Doctor Frankenstein, y sus rasgos se parecen y los dos recibieron gran carga de electricidad en sus cerebros ( Artaud con los electroshocks). Ese niño monstruoso… ¿Qué le pasa a ese niño monstruoso? Conoce lo absurdo. Siente el absurdo. Le dicen que se hace mayor o lo que sea, pero lo que realmente pasa es que el niño ya es absurdo, ha entrado. Empieza la fiesta.

Josep griFOLL
13.01.13
casserrespoblepoema