Ya se vale todo. Y todo es el ruido de un árbol caído,
el ruido de un motor: el extractor quitando aire de aliento.
Y por la calle el ruido de paz y del gato callado, y
letras para decir cuánto invade el silencio y
el sonido de la luna con su cara y/o su cruz.
Y la encrucijada de las calles al chocar contra almas.
Ya se vale, incluso, el mugido de un poeta muerto;
y la oración de un niño sin calma, los ojos
que debieran sostener el temblor de un sueño sin sueño.
Se aguanta, ya, de tarde y de día,
se mantiene, de noche y sin luz, ni espermicida,
ni sangre y ni olor. Por ser más vulgar, se aguantan ya
sin techo de lana… : se aguanta incluso al vecino, y
uno ya es viejo, no ha ido a París, y se aguanta por aguantar.
Dolors 29/05/09 Casserres
Cap al tard que potser és trenta.
Cap al tard que potser és trenta.