Fuérzame a jugar, a revolver pronósticos y
molinillos de sonrisas sin careta. Invítame a invitarte
a practicar la noche en los tejados. Fotocópiame en voz alta
los permisos para ser turista en tus caderas y en tus labios.
Déjame las luces encendidas de la infancia.
Nómbrame cuando te sientas precintada.
Declárame culpable de locura sin estribos ni paraguas.
Ingrésame tus huellas dactilares en mi acordeón de los sentidos.
Desvírgame tus crucigramas más desmaquillados.
Extiéndeme cupones de descuento que no me descuenten nada.
Envuélveme con versos en invierno.
Piérdeme los autobuses que se escapan de tu lado.
Llámame a las tres de la mañana.
Rescátame de los cafés descafeinados.
Bórrame las exigencias del guión.
Alquílame las llaves de tu cuarto.
Sálvame. Emborráchame. Colúmpiame. No me prometas nada.
J.Grifoll.