ALGUNAS CONSIDERACIONES
Como un pájaro desorientado que lucha contra el viento
o un pez sin fuerza nadando a contra corriente,
Cenicienta anda perdida entre sus conflictos,
que son tuyos.
Como un gusano en busca de una salida luciente
o una abeja perdida en un bosque quemado,
Cenicienta Gris se cuelga del hilo de su memoria,
que es tuya.
A oscuras, en cueros, se llora.
Cenicienta Gris fotografía ciudades en el negativo del recuerdo,
lugares donde nunca estás.
Ciudades herrumbrosas, ciudades condena,
moles de cemento coloreadas con rostros que no dicen nada.
Allí no estás tú.
Torres de Babel, luces sin sombra, gente sin nombre,
Cenicienta Oscura se solivianta. Allí no estás tú.
Es mentira, los reyes magos no existen.
Los milagros tampoco.
Cenicienta Invisible no lo sabe y te busca.
Cenicienta sin reino, anónima, frágil, loca.
Sola.
Te llora.
o un pez sin fuerza nadando a contra corriente,
Cenicienta anda perdida entre sus conflictos,
que son tuyos.
Como un gusano en busca de una salida luciente
o una abeja perdida en un bosque quemado,
Cenicienta Gris se cuelga del hilo de su memoria,
que es tuya.
A oscuras, en cueros, se llora.
Cenicienta Gris fotografía ciudades en el negativo del recuerdo,
lugares donde nunca estás.
Ciudades herrumbrosas, ciudades condena,
moles de cemento coloreadas con rostros que no dicen nada.
Allí no estás tú.
Torres de Babel, luces sin sombra, gente sin nombre,
Cenicienta Oscura se solivianta. Allí no estás tú.
Es mentira, los reyes magos no existen.
Los milagros tampoco.
Cenicienta Invisible no lo sabe y te busca.
Cenicienta sin reino, anónima, frágil, loca.
Sola.
Te llora.
(Zulima Martínez
Octubre 2007)
Octubre 2007)
CANCIÓN PARA UNA CENICIENTA DESCALZA
Nos dibuja el reflejo que siembra con alma desnuda
laberintos de hologramas en los posos del café.
Sísifo me empuja hacia tus pies.
Y yo en su bola de cristal; y tu
mi as de corazones cuando ahora,
desde siempre
mis manos llevan tus líneas,
mis manos de náufrago escarbando
bajo una sucia bombilla de cuarenta voltios
tras la puerta donde todos los bosques te habitan.
Y he matado al capitán porque necesitaba su garfio,
y he terminado por el principio:
sabiéndote antes
para hallarte después,
cuando éste muro al que llaman puerta
los que de ella carcomen
caiga con nombre de muerte sobre tus miedos,
y ciegue al espejo que fija también a los mios,
los nuestros, los mismos;
y escribir con exactitud de infinitos reflejos
de polvo de espejo
la llave que me abra a leñazos los bosques
para entonces, en el aire, Cenicienta de cientos a miles,
brillen las nuestras geografías, después de tantos años,
un donde donde encontrarnos
allí adonde van los que han desanclado
los pies de ésta tierra -aún de nadie-
como dicen que hicieron una vez,
al principio de todos los principios, una tal Eva con un tal Adán.
(Grifoll
Octubre 2007)
Nos dibuja el reflejo que siembra con alma desnuda
laberintos de hologramas en los posos del café.
Sísifo me empuja hacia tus pies.
Y yo en su bola de cristal; y tu
mi as de corazones cuando ahora,
desde siempre
mis manos llevan tus líneas,
mis manos de náufrago escarbando
bajo una sucia bombilla de cuarenta voltios
tras la puerta donde todos los bosques te habitan.
Y he matado al capitán porque necesitaba su garfio,
y he terminado por el principio:
sabiéndote antes
para hallarte después,
cuando éste muro al que llaman puerta
los que de ella carcomen
caiga con nombre de muerte sobre tus miedos,
y ciegue al espejo que fija también a los mios,
los nuestros, los mismos;
y escribir con exactitud de infinitos reflejos
de polvo de espejo
la llave que me abra a leñazos los bosques
para entonces, en el aire, Cenicienta de cientos a miles,
brillen las nuestras geografías, después de tantos años,
un donde donde encontrarnos
allí adonde van los que han desanclado
los pies de ésta tierra -aún de nadie-
como dicen que hicieron una vez,
al principio de todos los principios, una tal Eva con un tal Adán.
(Grifoll
Octubre 2007)